La primera impresora 3D multimetal de Australia, una nueva era para la industria aeroespacial
La industria aeroespacial no cesa en su búsqueda de innovación, exigiendo materiales cada vez más ligeros y resistentes para sus componentes. Estos avances son cruciales para mejorar la eficiencia energética, la autonomía y el rendimiento general de aeronaves y naves espaciales. Recientemente, Australia ha dado un gran salto en este campo utilizando la tecnología de impresión 3D multimetal. Este proyecto, dirigido por el programa iLAuNCH Trailblazer, pretende transformar las misiones espaciales haciendo más eficiente y accesible la producción de componentes aeroespaciales.
El punto central de este desarrollo es la puesta en marcha de la impresora 3D SLM-280 de Nikon en las instalaciones de Lab22 del CSIRO en Melbourne. Esta impresora de última generación representa una primicia en Australia, ya que puede imprimir metales simultáneamente en un proceso continuo. La tecnología es especialmente adecuada para aplicaciones aeroespaciales, donde la demanda de materiales ligeros y de alto rendimiento ha aumentado considerablemente en los últimos años.
Joni Sytsma, director de tecnología de iLAuNCH Trailblazer, expresó su entusiasmo por el impacto potencial de esta tecnología en la industria aeroespacial: «La capacidad de esta máquina representa una primicia en la producción, no solo Australia, sino que en todo el hemisferio sur, por lo que iLAuNCH está encantada de abrir nuevas oportunidades de fabricación para los productos locales».
Al aprovechar la tecnología de impresión 3D multimetal, las empresas australianas pueden optimizar los diseños, consolidar las piezas y reducir tanto el peso como el coste. Además de mejorar el rendimiento general. Asimismo, esta capacidad ofrece una libertad de diseño sin precedentes, lo que permite a los ingenieros tomar decisiones estratégicas sobre el peso al tiempo que garantizan la integridad estructural de los componentes fabricados.
Aprovechar el potencial de la impresión 3D multimetal
Este avance abre una nueva era en la ciencia de los materiales aeroespaciales. Al permitir la creación de combinaciones de materiales hasta ahora imposibles, la impresión multimetal en 3D abre el camino a superaleaciones capaces de resistir las altísimas velocidades y temperaturas que se alcanzan durante los viajes hipersónicos. Además, la versatilidad y el alto grado de personalización de la tecnología abren inmensas posibilidades de innovación. Por ejemplo, el ensamblaje de satélites, la protección contra la radiación y la mejora de vehículos terrestres de alto rendimiento, como los coches de carreras de Fórmula 1. La impresora SLM-280 ya ha sido aclamada internacionalmente por su rendimiento, habiendo trabajado con empresas líderes como CellCore GmbH, ASCO y el Centro de Investigación Técnica VTT de Finlandia.
Donald Godfrey, director global de desarrollo de negocio para dviación y Defensa de Nikon SLM Solutions, destacó las ventajas y las potenciales aplicaciones de la impresora 3D SLM-280 de Nikon: «Durante muchas décadas, los métodos preferidos para unir metales distintos eran principalmente el prensado isostático en caliente (HIP) o la soldadura y la soldadura fuerte de dos metales separados para formar un único componente. Es la primera vez que la tecnología de fusión láser por lecho de polvo (DMLS) se pone a disposición del CSIRO fuera de Alemania. Este avance tecnológico marca un hito importante en la industria aeroespacial, de defensa y espacial, redefiniendo lo que es concebible».
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*Créditos de todas las fotos: CSIRO