Un grupo de estudiantes mexicanos crean un hilo biodegradable para impresión 3D
Los materiales sostenibles para impresión 3D están en el punto de mira. Desde que comenzó este 2024 ya hemos oído hablar de varios proyectos donde equipos tratan de desarrollar este tipo de materiales, como el material sostenible para la construcción a base de nanocelulosa o el proyecto Recyppowder. Ahora, dos estudiantes de la universidad de Cobatab 21 en Tabasco, México, han desarrollado un «hilo biodegradable» que se puede imprimir en 3D. Los estudiantes supervisados por Marilyn Jannet Ramón Vértiz, profesora del Cobatab plantel 21 y por la doctora Gloria Ivette Bolio López, profesora investigadora de la Universidad Popular de la Chontalpa (UPCH), han sido capaces de desarrollar este biomaterial.
Carlos de la Rosa Pérez y Gema Isidro Hernández son los estudiantes que han logrado desarrollar este hilo biodegradable. De hecho, el proyecto se ha dado a conocer ya que gracias a él han logrado el primer puesto en la categoría de Ingenierías de la Feria Mexicana de Ciencias e Ingenierías (FEMECI) 2024. Carlos y Gema cuentan que su proyecto inicial no era desarrollar este hilo biodegradable, sino que inicialmente trataron de desarrollar una extrusora para impresión 3D, pero que en la Expo Cobatab pasó bastante desapercibida. Fue por ello por lo que decidieron ir más allá y desarrollaron este biofilamento que les ha otorgado la primera posición.
Tras meses trabajando en este proyecto en casa en sus ratos libres, Carlos y Gema fueron invitados por Gloria a trabajar en el laboratorio, lo que les permitía tener acceso a más medios. «Los invité a trabajar al laboratorio para que ya no estuvieran trabajando en sus casas, Carlos y Gema hicieron la extrusora para poder hacer el biofilamento, ellos entendieron de conceptos más específicos como temperatura de transición vítrea, pudieron leer un infrarrojo, un infracto grama de rayos X…» apuntó la doctora. De hecho quedó fascinada ante las capacidades de estos dos alumnos al verlos trabajar como la rápida resolución de problemas técnicos. De hecho los evaluadores les consideraron como expertos a nivel de postgrado.
El biofilamento en cuestión es un hilo biodegradable que puede imprimirse en 3D. Los estudiantes, una vez desarrollada la extrusora capaz de crear filamento a base de botellas de plástico recicladas, lo cual ya en sí mismo es un gran logro al ser una máquina casera, decidieron ir más allá. Una vez que sabían cómo hacer material, decidieron sustituir el plástico por un bioplástico que pudieran extruir con su máquina. De entre la variedad de materiales que contemplaban, se decantaron por la patata y el jacinto, que gracias a su ingenio pudieron transformar en este hilo biodegradable que les ha otorgado el primer puesto.
Uno de los estudiantes nos cuenta lo siguiente: «Todo esto parte del análisis de tres problemáticas que hemos identificado aquí en el Estado de Tabasco, uno de ellos es el jacinto, es un problema muy presente en los cuerpos de agua en el Estado, analizando este problema encontramos otro que es el exceso de desechos vegetales que hay en los mercados, nosotros nos centramos más en lo que es la papa, nosotros logramos sacar el almidón que es una materia prima que nosotros usamos en nuestro bioplástico, y el tercer problema es la gran cantidad de desechos plásticos…»
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*Créditos de la foto de portada: Tabasco Hoy