AIRLAB, el pabellón hecho con nodos de acero impresos en 3D
Muchos son los diseñadores que han utilizado tecnologías de impresión 3D con el fin de experimentar con nuevos materiales y estructuras. Un claro ejemplo de ello es el pabellón de AirLab situado en los jardines de Singapur a orillas del mar, el cual está hecho de nodos de acero generados mediante impresión 3D. El laboratorio tiene su sede en la Universidad de Tecnologías y Diseño de Singapur y fue fundado por los arquitectos Carlos Bañón y Felix Raspall, quienes han ido adquiriendo un gran interés por el diseño paramétrico y las tecnologías de impresión 3D aplicadas a los componentes del edificio.
Como ya comentamos, existe otro pabellón denominado Deciduous, el cual fue fabricado utilizando materiales reciclados. Sin embargo, el protagonista esta vez se denomina AirMesh, y es producto de cinco años de búsqueda y desarrollo. Según los investigadores, dicha estructura es la primera de su tipo debido a su composición de elementos impresos con acero inoxidable y encajados mediante la utilización de llaves hexagonales. La forma de AirMesh se concibe como un poliedro definido por cuatro marcos de vista rectangulares. El sistema se diseñó para permitir un ajuste perfecto de los componentes, llevando así la construcción en base de acero a un nivel superior en términos de rapidez y rendimiento.
Libertad geométrica de la impresión
Desde el punto de vista del diseño, AirLab afirma que la estructura fue desarrollada para ser eficiente. Para ello se utiliza una herramienta paramétrica que optimiza la topología del marco, la sección de las barras y la geometría del nodo. En consecuencia, la estructura presenta la configuración y distribución más óptimas del material donde es necesitado mecánicamente. El pabellón consta de 216 barras de varias longitudes y secciones, y 54 nodos enlazados e impresos mediante una aleación de acero y bronce.
La estructura pesa entorno a 700 kg y, a pesar de su apariencia fina y delicada, es capaz de soportar cargas que multiplican 16 veces su peso, lo que significa que puede aguantar más de 11 toneladas. Los arquitectos principales del proyecto explican que, por lo general, los marcos espaciales como este consisten en la repetición de un patrón regular. Una de las principales ventajas de la impresión 3D es que la producción de piezas estándar no es más asequible que las piezas personalizadas, por los que se reduce el beneficio económico de utilizar un patrón repetitivo. En esencia, permite crear un marco espacial con mayor libertad de diseño. Todo ello sin la restricción de costes habitual que encontramos en los métodos de fabricación tradicionales.
Según el sitio web del pabellón de AirLab: “El diseño digital abre la creatividad a una libertad geométrica casi infinita, personalización masiva y estructuras arquitectónicas optimizadas, ornamentales y multifuncionales. Al mismo tiempo, la impresión 3D sirvió como una promesa para materializar visiones de diseño salvaje en una realidad construida”. Puedes encontrar más información del tema AQUÍ.
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